Title: Chino Buques de Guerra Colisionan con Barco de la Guardia Costera – Lo que Sucedió Después…
En un giro sorprendente de eventos, un buque de guerra chino colisionó con un barco de la Guardia Costera de Filipinas en aguas disputadas del Mar de China Meridional. La escena se tornó caótica el 11 de agosto de 2025, cuando el BRP Suluan, un patrullero filipino, se encontraba escortando dos embarcaciones civiles cargadas de suministros para pescadores locales, a solo 12 millas náuticas del arrecife Scarborough Shoal.
A medida que el Suluan navegaba hacia el norte, un buque de la Guardia Costera china, el CCG 3104, se acercaba rápidamente, disparando su cañón de agua con una fuerza capaz de desestabilizar a los tripulantes y causar daños significativos. Pero la situación se volvió aún más peligrosa cuando un destructor de la Armada del Ejército Popular de Liberación, con el número de casco 164, se unió a la persecución, ignorando las maniobras del CCG 3104.
Las aguas tranquilas se convirtieron en un campo de batalla mientras los tres barcos convergían en un triángulo cada vez más estrecho. La tensión aumentaba, y con cada segundo que pasaba, la posibilidad de un desastre se hacía más real. El capitán del CCG 3104, decidido a interceptar al Suluan, maniobró de manera agresiva, pero no se dio cuenta de que estaba cruzando directamente la trayectoria del destructor.
El impacto fue inminente. En un momento de confusión y a alta velocidad, la proa del CCG 3104 chocó violentamente contra el costado del destructor, resultando en una colisión brutal que dejó a ambos barcos dañados. Mientras el destructor sufrió rasguños superficiales, el CCG 3104 quedó gravemente afectado, sumergiendo su proa en el agua y dejando a su tripulación en un estado de caos.
Los momentos posteriores a la colisión fueron de pura confusión. El destructor sonó su bocina mientras el CCG 3104 se detenía abruptamente, dejando a su tripulación en estado de shock. Desde el BRP Suluan, los oficiales filipinos ofrecieron asistencia inmediata, pero sus llamados fueron recibidos con un silencio inquietante. La negativa de los chinos a aceptar ayuda fue una señal clara de la complejidad política que rodea el incidente.
El portavoz de la Guardia Costera de Filipinas, el comodoro Jay Tarella, describió el evento como “atroz e insensato”, acusando al capitán del CCG de violar las normas internacionales de prevención de colisiones en el mar. Este incidente no solo resalta la fragilidad de la situación en el Mar de China Meridional, sino que también pone de relieve la creciente tensión entre Filipinas y China en estas aguas disputadas.
Beijing, por su parte, minimizó el incidente, describiéndolo como una simple “encuentro marítimo” y evitando mencionar la colisión. El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. reafirmó el compromiso de su país de operar en estas aguas, declarando que “no seremos disuadidos”.
El choque en Scarborough Shoal es más que un simple accidente; es un recordatorio de que las tensiones en el Mar de China Meridional están lejos de resolverse. Cada movimiento en estas aguas estratégicamente vitales tiene repercusiones globales, y el peligro de un conflicto abierto sigue latente. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan los acontecimientos. La memoria de este choque no se desvanecerá pronto, y las lecciones aprendidas en el mar podrían definir el futuro de la seguridad regional.