Dorinda Vosloo es una joven de 22 años de edad, de Peterborough, Cambridgeshire. Tras casarse con Luke Lemmon, su mayor alegría fue enterarse que se convertiría en madre del pequeño al que llamarían Noah.
Todo iba de maravilla, en medio de la ilusión propia de lo que significa ser madre primeriza y más aún para una mujer cuando espera un hijo varón. La pareja se preparaba para el ultrasonido de la semana 12, cuando de pronto todo dio un giro inesperado, que los dejó devastados.
«Sabía que algo andaba mal. El ecografista siguió haciendo zoom y sólo callaba. Había una atmósfera tensa, sólo nos miramos y entré en pánico», relató Dorinda.
“Salió de la habitación y llamó a alguien más. Estaba muy tenso. Me eché a llorar. Entró un segundo ecografista y explicó que podían ver una anormalidad en el abdomen de nuestro bebé. Nos llevaron a una sala separada donde nos sentaron y nos explicaron todo. Estábamos devastados», agregó la madre.
Les confirmaron que Noah vendría con una afección llamada gastrosquisis, es decir que nacería con los intestinos afuera
El pequeño Noah Lemmon nació un mes antes de lo previsto, el pasado 28 de junio, tal como predijeron los médicos, con sus órganos sobresaliendo. Por lo que debía ser llevado de inmediato a la UCI para ser sometido a una cirugía de emergencia.
Noah pesó apenas 2 kilos pero desde que vino al mundo estaba dispuesto a ser un guerrero
En el Hospital de Leicester, el personal médico jamás se dio por vencido desde el minuto 1, arriesgándolo todo por Noah, a pesar de que los pronósticos no eran muy alentadores. Entonces nada más nacer, decidieron hacer algo que sorprendió a su madre, y que fue la clave para salvar la vida del pequeño.
Lo metieron en una bolsa de plástico para mantener sus órganos expuestos protegidos. De esa manera evitarían cualquier infección que podía ser mortal, y así estaría listo para una cirugía con éxito.
“Nada puede prepararte para ver a tu bebé recién nacido en una incubadora nada más nacer. Y tener que firmar el consentimiento para la cirugía, minutos después de dar a luz, es realmente devastador», confesó su madre.
Después de 3 semanas muy duras en el hospital, finalmente la feliz pareja pudo llevarse al valiente Noah a casa y pudieron celebrar su primera Navidad.
“Tiene seis meses y su primera Navidad es definitivamente una que todos atesoraremos», dijo Dorinda.
“Ahora es como cualquier otro bebé, está alcanzando todos sus hitos y su difícil comienzo en la vida parece de muchas maneras hace toda una vida».
«Además de una pequeña cicatriz y un ombligo único, no sabrías por lo que ha pasado. Él es mi héroe», concluye.
¿QUÉ ES LA GASTROSQUISIS?
Es una rara condición que sucede en 1 de cada 3.000 bebés nacidos cada año, y que afecta principalmente a madres jóvenes, pero todavía su causa es desconocida.
Se da porque la pared abdominal no se forma por completo, por lo que los intestinos del bebé se desarrollan afuera y están expuestos al aire cuando el niño nace. Lo que implica infecciones potencialmente mortales.
Comparte esta impactante historia para que sirva de aliento a otras familias, contar con un equipo de profesionales con la sabiduría, los equipos y el amor para arriesgarlo todo, es clave para que se escriban historias con finales felices. Es grandioso saber que Noah estuvo en las mejores manos y ahora sus felices padres pueden disfrutarlo después de tanto sufrimiento. ¡Enhorabuena!
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