Los dolores y contracciones en los meses de gestación avanzada requieren atención inmediata, y si se trata de embarazos múltiples con mayor razón.
Sin embargo, la experiencia vivida por una mujer en un hospital en Argentina se convirtió en una tragedia que no olvidará mientras viva.
Miguel Ruiz había publicado en su cuenta de Facebook que estaba muy contento porque su mujer Carolina cumplía años, y como si fuera poco estaba embarazada de 26 semanas. Según las ecografías se trataba de gemelos, Mateo y Santino serían sus nombres.
De repente la mujer empezó a sentirse mal y se dirigieron de inmediato al Hospital Distrital Las Heras, en el norte de la provincia de Santa Cruz, pero no les prestaron mucha atención, y varias veces la devolvieron casa.
“No quisieron actuar como se debe, cuando ella tenía un embarazo gemelar, por qué mandarla a la casa más de 3 veces sabiendo el estado que ella tenía. Todos hicieron caso omiso hasta que mi señora no pudo aguantar más el dolor y rompió aguas en el baño del hospital”, explicó el esposo.
La angustia fue creciendo, Carolina se sentía cada vez peor y el personal de salud seguía sin prestarle la debida atención. Ella se acercaba a la guardia, pero de nada servía, en su angustia se dirigió al baño del centro asistencial y allí nació el primer bebé.
«Tuvo el primer bebé mientras yo gritaba en el hospital que alguien me ayudara y nadie me hacía caso. Vinieron los enfermeros con su gran paciencia a querer hablarle tranquilos cuando ella los estaba pariendo en un inodoro de un hospital público.
El segundo bebé venía en mala posición y ellos la hicieron parir, cuando tendrían que haberle hecho una cesárea, ella se terminó desgarrando toda por culpa de estos animales”, afirmó el desconsolado padre.
Los recién nacidos eran prematuros, y los momentos siguientes fueron de angustia extrema. Un médico que se identificó como ginecólogo se acercó a Miguel y le confirmó que había logrado reanimar a uno de los recién nacidos y le dijo que el otro sería remitido al hospital Caleta Olivia.
Escuchar eso de un profesional de la medicina le dio esperanzas al preocupado hombre, pero después apareció otra ginecóloga y le dijo que no era así. La madre, a pesar de la complicación presentada, estaba fuera de peligro, pero la suerte fue distinta para los pequeños.
“Se me fueron mis dos angelitos, la verdad, este dolor que sentí es inexplicable, escuchar cómo se rompe tu alma en mil pedazos”, dijo con profundo dolor el triste progenitor.
Miguel compartió las fotos de Carolina con las dos criaturas sin vida en sus brazos. Le pesa no haberlos podido llevar a un hospital donde le dieran una mejor atención. Y a pesar de que ahora está destrozado por la doble pérdida, cree que junto a su amada esposa saldrán adelante.
Hace semanas, cientos de personas realizaron una marcha de protesta frente al hospital pidiendo justicia para Mateo y Santino. Y se dirigieron al juzgado donde ya se había introducido una denuncia.
Aunque ya nada devolverá la vida a los dos inocentes, es bueno dejar precedentes de este tipo de casos para que no vuelvan a ocurrir nunca más.
Ahora en el cielo hay dos nuevos angelitos acompañando a otros tantos. No te vayas sin compartir esta trágica historia con todos tus amigos.
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