Aunque la pandemia de coronavirus ha causado estragos en el mundo, en la emergencia sanitaria sin precedentes que vivimos se han surgido testimonios que nos devuelven la esperanza.
Tal como el caso de estos cuatrillizos idénticos que lograron sobrevivir, aunque la probabilidad era solo 1 en 15 millones.
Los médicos describieron el hecho como un milagro después de decirle a la madre que difícilmente superaría las posibilidades de dar a luz a sus cuatro hijos con vida.
Jenny Marr, de 35 años, es de Texas, el pasado 15 de marzo comenzó el trabajo de parto a las 28 semanas y media de gestación, para ese momento ya se aplicaban estrictas medidas de confinamiento y aislamiento por la pandemia de COVID-19.
Ella se trasladó al Hospital Texas Health Presbyterian en Dallas, afortunadamente los cuatro bebés nacieron sanos en un corto período de tres minutos a través de una cesárea.
“Todos nacieron en tres minutos, es increíble. Los llamamos los pajaritos, porque realmente parecían pajaritos”, relató la madre.
Jenny y su esposo Chris llamaron a los pequeños Hudson, Harrison, Henry y Hardy, tras su nacimiento prematuro, fueron trasladados a la unidad de cuidados intensivos neonatales donde estuvieron ingresados durante diez semanas.
Todos necesitaron recibir oxígeno después de su nacimiento, Harrison pesó 900 gramos; mientras que Hardy pesó 950 gramos. El tercer bebé, Henry, pesó 900 gramos también y Hudson pesó apenas 500 gramos.
Finalmente recibieron el alta médica y pudieron irse a su hogar con sus padres los primeros días del mes de mayo.
Jenny y Chris, ambos de 35 años, se están adaptando a su nueva vida junto a sus cuatro bebés mientras agradecen el milagro de sus pequeños que vencieron los peores pronósticos.
Aunque en la mayoría de los casos de embarazos múltiples las mujeres fueron sometidas a tratamientos de fertilidad, los cuatro hijos de Jenny y Chris fueron concebidos de manera natural.
La doctora Lauren Murray, aseguró que nunca había visto un caso igual. “Nunca volverá a suceder esto en mi carrera”, le dijo a la madre en broma que debería comprar billetes de lotería porque ese era el tipo de probabilidades que todos querrían vencer.
Jenny recordó que en la primera ecografía que le hicieron pensaron que eran tres bebés, en noviembre de 2019, la doctora hizo un gesto extraño y ella pensó que se trataba de algo malo mientras le hacía el estudio.
Pero la novedad era que se lograban escuchar los latidos de tres corazones. Los padres son hijos únicos y no tienen antecedentes de embarazos múltiples en sus familias.
Cuando visitaron a otro médico especialista, comprobaron que no eran tres sino cuatro bebés los que esperaban.
Chris dijo que se negaba a asistir a la próxima ecografía por temor a que les dieran la noticia de que esperaban a uno más.
Los cuatrillizos compartían la misma placenta y por ende, dependían del mismo medio de alimentación.
A pesar de las preocupaciones que tenían los padres, la cesárea no presentó complicaciones, y ahora disfrutan de la presencia de sus hijos en casa. Confesaron que a veces les cuesta distinguirlos porque son idénticos.
“Cada uno tiene pequeñas características que los definen. Cuando nos sentamos y los miramos, podemos descubrir quiénes son. Los miras desde la distancia, y todos se ven iguales”, relató la madre.
Hudson, el hermano que nació con el peso más bajo, se está recuperando.
El caso de esta familia representa una luz de esperanza para el mundo en estos momentos tan críticos. Compártelo.
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