Cuando en octubre de 2015 los astrónomos, encabezados por Tabetha (Tabby) Boyajian, se toparon con la estrella KIC 8462852, al principio no sabían que acababan de dar con una de las estrellas más misteriosas del Universo.
Publicaron un artículo en «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society» en el que explicaban que esta estrella sufría repentinos eventos de oscurecimiento con perfiles muy extraños, que para nada encajaban con los modelos. Esto enseguida levantó mucho revuelo, así que muchos astrónomos se pusieron a investigar a la estrella, por entonces bautizada como Tabby. Además, otros científicos concluyeron que este objeto se oscurecía poco a poco, así que poco a poco llegaron todo tipo de explicaciones, algunas realmente osadas. ¿Había un campo de cometas y asteroides delante de ella? ¿Había quizás una megaestructura alienígena?
Astrónomos de la Universiad de California, Berkeley, y de Columbia, ambas en Estados Unidos, han sugerido que estos raros parpadeos podrían ser el resultado de un evento bastante catastrófico. Han concluido, en un artículo que se publicará en «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society», que en el pasado Tabby engulló un planeta.
Esto habría tenido el efecto de aumentar su brillo temporalmente, para después volver a oscurecerse (cosa que se observa hoy en día). Además, esta idea sería compatible con la aparición de un campo de restos a su alrededor, capaces de explicar los extraños y periódicos parpadeos de Tabby.
Tal como ha informado Universetoday.com, para llegar a estas conclusiones los investigadores se basaron el Mecanismo de Kozai, un método que permite calcular la órbita de planetas calculando una relación existente entre su inclinación y excentricidad.
En el caso de Tabby, las conclusiones de estos autores sugirieron que esta estrella engulló a un planeta hace unos 10.000 años. Según sus estimaciones, este planeta pudo tener el tamaño de Júpiter, aunque otra opción sería que en lugar de un planeta Tabby engullera a un enjambre de pequeños cuerpos, de alrededor de un kilómetro de diámetro.
De hecho, esta última opción sería más compatible con la hipótesis de que en torno a Tabby hay un campo de restos.
Aparte de haber aportado una explicación plausible para el extraño comportamiento de Tabby, estos enriquecen la visión sobre la evolución estelar, y muestran un caso en el que una estrella engulle a un planetas o a un enjambre de restos.
Así, y gracias a un descubrimiento realizado por un grupo de incansables voluntarios, la ciencia podría estar ante algo realmente interesante.
Fuente: mundooculto.es