Los arqueólogos que están excavando un yacimiento prehispánico de la región peruana de Lambayeque han desenterrado recientemente un conjunto de 17 antiguas tumbas. En ellas han hallado restos tanto de adultos como de niños, y algunos de estos últimos muestran señales de un posible sacrificio ritual.
Fox News Latino ha informado de que las tumbas fueron desenterradas durante los trabajos de excavaciones realizados en el pasado mes de julio de este mismo año, y han sido datadas entre los siglos XV y XVI. Los restos óseos han sido descubiertos en los alrededores de las ruinas de la Huaca Chornancap del yacimiento arqueológico de Chotuna-Chornancap
Los arqueólogos creen que las tumbas forman parte de un cementerio Chimú-Inca. Se han encontrado junto con los restos humanos objetos ornamentales y ofrendas cerámicas, entre las que destaca una vasija decorada con la imagen de un “coquero”, es decir, un personaje que mastica una hoja de coca.
Fotografía del cementerio Chimú – Inca del yacimiento arqueológico de Chotuna-Chornancap. (RPP/Rosario Coronado)
Chotuna-Chornancap se encuentra 12 kilómetros al oeste de Chiclayo, y alberga dos huacas (pirámides o templos) de las cuales recibe su nombre. Este lugar era un centro ceremonial de la cultura Lambayeque que continuó siendo utilizado durante la época posterior Chimú – Inca.
El más sorprendente de los descubrimientos realizados hasta ahora en la presente campaña procede de la zona occidental del yacimiento, e incluye los restos de dos niños hallados en sendas tumbas que flanquean el enterramiento de un adulto. Los pies de los niños fueron amputados y no se encuentran entre los restos. Los arqueólogos han sugerido que los dos niños fueron sacrificados ritualmente y enterrados como “guardianes” ceremoniales de los individuos adultos. Esta amputación y otras “alteraciones intencionadas observadas en algunos de los cuerpos” descubiertos en el lugar han hecho que se vinculen algunos de estos enterramientos con actividades rituales, como por ejemplo sacrificios
Fotografía de uno de los enterramientos publicada por el Ministerio de Cultura de Perú. (EFE)
Los arqueólogos ya habían encontrado otros “guardianes” de culturas prehispánicas peruanas en el pasado. Un ejemplo de este tipo proviene de la tumba del Señor de Sipán, monje guerrero de la cultura Mochica. Como escribía April Holloway para Ancient Origins en agosto del 2014:
Antes de descubrir a este destacado líder mochica, los arqueólogos se encontraron con un “Guardián”: los restos de un hombre con un casco de cobre y que empuñaba un escudo. Había sido enterrado sentado, y sus pies fueron amputados para impedirle abandonar su puesto de centinela. En aquella época los investigadores no tenían ni idea de las enormes riquezas que yacían más allá del Guardián.
Fotografía ‘in situ’ de la tumba original de Huaca Rajada hallada en Sipán. Los ornamentos y esqueletos son reproducciones, ya que los originales fueron restaurados y se encuentran expuestos en el museo Tumbas Reales de Sipán de Lambayeque. (Bruno Girin/CC BY SA 2.0)
Hasta el momento los arqueólogos han descubierto en Chotuna-Chornancap las tumbas de seis niños, todos ellos enterrados por parejas y depositados para su descanso definitivo en los extremos norte, este y oeste del asentamiento. A diferencia de los niños, los hombres y mujeres presentes en la tumba fueron enterrados con sus cuerpos boca arriba en fosas largas y estrechas. Los arqueólogos creen que estos individuos adultos formaban parte de la aristocracia de la sociedad Chimú-Inca.
Hablando del reciente descubrimiento, el director de las excavaciones, Carlos Wester La Torre, ha declarado a RPP:
No nos esperábamos este descubrimiento. Todos los sacrificados se han encontrado tumbados en una postura de decúbito lateral [extendidos sobre su costado derecho] y presentan ofrendas. Está muy organizado, con un modelo preestablecido […]. Todo ello nos permite confirmar que este asentamiento fue utilizado de forma continua como un espacio sagrado por las diferentes culturas que se sucedieron.
Carlos Wester La Torre también ha explicado a RPP que los diversos hallazgos han sido sometidos a procesos de conservación antes de ser expuestos. Wester ha comentado además que los trabajos continuarán en el yacimiento hasta el mes de diciembre, y que es posible que se descubran más tumbas en un futuro próximo.
Las evidencias sugieren que las pruebas de la práctica más antigua de sacrificios de niños se han encontrado en los asentamientos Chimú. April Holloway escribía acerca de ello en el año 2014. En su artículo podemos leer cómo en el año 2011 el arqueólogo Gabriel Prieto halló en la población costera de Huanchaquito los restos de 42 niños y 76 llamas que mostraban señales de haber sido sacrificados en una ceremonia religiosa.
En comparación con los posibles niños-guardianes del asentamiento de Chotuna-Chornancap, los sacrificios de Huanchaquito “podrían haber sido una ofrenda al mar, en respuesta a las fuertes inundaciones provocadas por el fenómeno El Niño. Las llamas podrían haber desempeñado la función de transportar a las víctimas al más allá.”
Restos de un niño y una llama desenterrados en la población pesquera de Huanchaquito, Trujillo, Perú. Fotografía: Mariana Bazo
Imagen de portada: Uno de los enterramientos humanos descubiertos en el yacimiento de Chotuna-Chornancap de Lambayeqye (Perú) junto con su ajuar funerario. (Fotografía: Anoato)