Durante una salida reciente con su cámara, Doug Gemmell, un fotógrafo de la naturaleza, fue testigo de un momento perfecto que se desarrollaba ante él. A través de su lente, Doug vio cómo un águila calva juvenil, sin sus características plumas blancas en la cabeza, volaba hacia el suelo con sus afiladas garras listas para atacar, mostrando sus impresionantes habilidades de caza.
Para sorpresa de Doug, el objetivo de la cacería del águila ese día fue algo inesperado.
Doug Gemmell
La principal fuente de alimento para las águilas calvas generalmente consiste en peces, que capturan hábilmente de los cuerpos de agua. Sin embargo, durante la observación de Doug, el águila que estaba observando descendió hacia un estacionamiento. Parecía que el ave había visto un tipo diferente de comida y decidió ir a por ella. Aunque la vista de Doug se vio algo obstaculizada por un banco de nieve en primer plano, pudo tomar fotografías del águila que se llevaba a su codiciada presa con su firme agarre. Más tarde, después de revisar las fotos, Doug descubrió la deliciosa verdad sobre lo que había atrapado el águila.
Doug Gemmell
“No sabía lo que [el pájaro] recogió hasta que regresé a casa”, dijo el fotógrafo a The Dodo. “Cuando recorté algunas de las fotos, pude ver que era una rebanada de pizza de pepperoni a medio comer”.
Doug Gemmell
Al ver la pizza sujeta con fuerza en las garras del águila, Doug expresó su asombro y dijo: “¡Guau, eso es genial!” Agregó que no es algo que uno vea todos los días. Doug sigue sin estar seguro de si el águila calva se comió la pizza o tuvo dudas sobre comerse su descubrimiento en el estacionamiento. Sin embargo, capturar el momento con su cámara fue un recuerdo que Doug atesora.
Doug Gemmell
“Las cosas suceden tan rápido [al fotografiar] que no siempre sabes exactamente lo que acabas de tomar de [una foto]”, dijo Doug. “Luego, cuando tienes la oportunidad de mirar las fotos, a veces te sorprendes gratamente”.
Fuente: https://www.majesticanimals.net/