La imagen de esta cacería se registró en un reservorio de vida silvestre en África. Mientras buscaba comida, un par de lagartos gigantes llamaron la atención del halcón.
Tan pronto como se descubrió la gran presa, el halcón se apresuró a atacar, lo que provocó que la pareja de lagartijas huyera. Sin embargo, solo unos segundos después, el cazador lo alcanzó y usó garras afiladas para agarrar a la presa.
Para evitar que la lagartija escapara, el halcón usó su pico para picotear el ojo del oponente. Cuando la lagartija ya no está en condiciones de huir, el halcón ataca a la gran presa con los cortes.
Como el tercero más inteligente del mundo con una vista perfecta que alcanza 20/2, 8 veces la de un humano, los halcones rara vez pierden a su presa. Su escenario de caza favorito suele ser correr repentinamente desde un escondite oculto en lo alto a lo bajo, apuntar directamente, atacar en un momento que hace que la presa no pueda reaccionar.
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