Los impactos de cometas contra la superficie de Europa, una de las lunas de Júpiter, pudieron ayudar a transportar los ingredientes esenciales para la vida presentes en la superficie de esa luna hasta el océano de agua líquida situado en su subsuelo, aunque los impactos no perforaran por completo la corteza de hielo que separa de la superficie a ese mar.
Esta es la conclusión de un estudio realizado por un equipo integrado, entre otros, por Evan Carnahan y Marc Hesse, ambos de la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos.
Los autores del estudio desarrollaron un modelo informático para observar qué ocurre después de que un cometa o asteroide impacte contra la corteza de hielo, la cual se estima que tiene decenas de kilómetros de grosor en buena parte de la misma.
El modelo muestra que si un impacto logra atravesar al menos la mitad de la corteza de hielo de la Luna, el agua de deshielo calentada que genera se hundirá a través del resto del hielo, llevando oxidantes (una clase de sustancias químicas necesarias para la vida) desde la superficie hasta el océano, donde podrían ayudar a sustentar cualquier posible vida en el agua líquida de allí abajo.
Otros científicos ya propusieron anteriormente los impactos como medio para transportar oxidantes de la superficie de Europa a su océano subterráneo, pero suponían que los impactos tendrían que atravesar el hielo para lograr ese resultado. El nuevo estudio, en cambio, revela que una gama mucho mayor de impactos puede hacer el trabajo.
Esto aumenta las probabilidades de que el océano de Europa haya recibido los ingredientes químicos necesarios para la vida.
Recreación artística del impacto de un cometa o asteroide en Europa, luna de Júpiter. (Imagen: NASA JPL / Caltech)
Esta cuestión, la de si los oxidantes pueden llegar o no desde donde se forman de modo natural en la superficie de Europa hasta el océano, es una de las preguntas principales de la astrobiología en lo que se refiere a esa luna de Júpiter. Uno de los objetivos de la sutura misión Europa Clipper de la NASA a Europa es recoger datos que puedan ayudar a responder esa pregunta.
Por el momento, los impactos de cometas y asteroides figuran entre los mecanismos más plausibles para realizar ese transporte. Numerosos cráteres han sido detectados en la superficie de Europa, y muchos de ellos tienen con un marcado aspecto ondulado que sugiere la existencia de agua de deshielo congelada y de movimiento posterior al impacto bajo el cráter.
El estudio se titula “Surface-To-Ocean Exchange by the Sinking of Impact Generated Melt Chambers on Europa”. Y se ha publicado en la revista académica Geophysical Research Letters.
Fuente: mundooculto.es