Imágenes captadas desde el observatorio astronómico europeo en Chile permiten apreciar lo que parece ser el nacimiento de un nuevo planeta a poco más de 500 años luz de la Tierra. El espiral de gas y polvo alrededor de una estrella revela un espectáculo memorable que podrá verse más seguido con los telescopios del futuro.
Los astrónomos saben que los planetas que integran nuestro sistema solar no son los únicos en el espacio. De hecho, aquellos que se ubican fuera de la órbita del Sol son conocidos como exoplanetas o directamente planetas extrasolares. Y su existencia tampoco parece ser algo demasiado exclusiva, ya que se estima que existen cerca de 100.000 millones de planetas solamente en la Vía Láctea.
Sin embargo, la forma en que estos planetas se generan seguía estando llena de interrogantes para los científicos, que hasta el momento no habían logrado captar imágenes de calidad de ese proceso. Ahora, el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) en el Cerro La Silla, Chile, logró captar imágenes que muestran lo que parecería ser el nacimiento de un nuevo planeta en torno a la estrella AB Aurigae, informó en un comunicado.
Ubicada a 520 años luz de la Tierra, AB Aurigae es una estrella joven, precisamente el tipo de estrellas alrededor de las cuales se forman los planetas, generados a partir del polvo y el gas frío atraídos por la estrella. Las imágenes captadas por el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO mostraron, justamente, una espiral de polvo y gas.
Según explicó Emmanuel Di Folco, uno de los investigadores que participó en el estudio desde Francia, este tipo de espirales se forman debido a que el nuevo planeta genera “perturbaciones en el disco en forma de onda”. Es como si fuera, ilustró el experto, “algo así como la estela de un barco en un lago”.
Las imágenes captadas muestran que en el espiral que sale de la estrella hay un punto particularmente brillante, casi de color blanco en la fotografía. Ahí es donde los científicos estiman que se está formando el nuevo planeta. Y si bien en la imagen parece muy cercano a la estrella, esa distancia es en realidad la misma que hay entre Neptuno y nuestro Sol.
Además de ser más brillante, el punto en el que se estaría formando el planeta aparece como un giro en el espiral de gas y polvo. Anne Dutrey, otra de las investigadoras, explicó que se corresponde con la conexión de dos espirales con direcciones opuestas (uno hacia adentro de la órbita del planeta y otro hacia fuera) que se encuentran en la ubicación del nuevo planeta. El choque de espirales hace que el gas y el polvo se combinen para agregar masa al incipiente cuerpo.
Para que un espectáculo tan fascinante no siga pasando inadvertido para el ser humano, ESO construye un nuevo telescopio que llevará la elocuente denominación de Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés) que, con sus 39 metros, se especializará en el estudio de planetas extrasolares.
“Deberíamos ser más capaces de ver de forma más directa y precisa cómo la dinámica del gas contribuye a la formación de planetas”, comentó Anthony Boccaletti, quien dirigió todo el estudio desde el Observatorio de París.
Fuente: mundooculto.es