Hay enfermedades que son extrañas y dolorosas que condicionan fatídicamente la vida de quien la padece.
Algo sumamente difícil, más aun cuando se trata de un niño. Sobre esto sabe muy bien una pequeña de sólo 2 añitos de edad que padece de displasia campomelic.
Este trastorno mortal ha afectado el desarrollo de su esqueleto, su sistema reproductivo y otras partes de su cuerpo. Emma es de Seattle, Washington, y nació prematura el 27 de junio de 2017.
Sus primeros 8 meses de vida los pasó en el hospital debido a su delicada condición. Pero ante este panorama tan difícil, esta pequeña no deja de sonreír.
Emma combate el dolor con su carisma y amor por las princesas Disney. La pequeña es amante de estas historias y por este motivo su familia decidió darle una hermosa sorpresa.
Desde marzo Emma ha estado internada en el Seattle Children’s, en Colorado. Esta pequeña estuvo en observación durante 6 semanas, antes de someterse a una cirugía mayor de columna para estabilizar su médula espinal.
“Pasó su tiempo en el hospital antes de la cirugía en tracción halo-gravitatoria para estabilizar su médula espinal y evitar que se paralizara.”, dijo el neurocirujano pediátrico, el Dr. Samuel Browd.
La niña fue operada en un procedimiento que demoró más de 5 horas, y al salir fue puesta en sala de observación.
Su madre, Rachel Krall, aprovechó este tiempo para decorar su habitación común con tiaras y un halo de flores y objetos de princesas, con el fin de sorprenderla cuando la pequeña regresara a su cuarto.
Enredados y la Sirenita son las películas favoritas de Emma, quien disfruta verlas en casa y en el hospital.
Todos en la institución de salud saben de su amor por ellas así que hasta las enfermeras y sus médicos decidieron participar en la organización. Estos decidieron llevar a Rapunzel al cuarto de Emma y su reacción fue conmovedora.
«Su reacción a al ver a Rapunzel entrar por la puerta fue algo así como ‘Whoa, ¿quién es esta chica?’, Y luego se divirtió mucho», dijo Krall.
En el momento de la sorpresa niña no pudo hablar debido a un tubo de traqueotomía, pero esto no fue motivo para disfrutar e irradiar felicidad.
Emma jugó peek-a-boo con Rapunzel, dos de sus cosas favoritas. Además, los médicos también se unieron a la celebración con unas tiernas tiaras sobre sus cabezas para hacer reír a Emma.
«Definitivamente fue la primera vez que me pongo una tiara, pero a lo largo de los años hemos hecho algunas cosas divertidas para los niños. Eso es lo especial de los hospitales infantiles, la capacidad de pensar en ellos como niños en lugar de sólo pacientes y crearles diversión a pesar de las circunstancias difíciles», dijo Browd.
Este ha sido un momento realmente dulce y nos alegra mucho que algunos especialistas se tomen el tiempo para regalar este tipo de detalle a sus pacientes.
El amor y la alegría son parte importante para la recuperación de enfermedades crónicas como la que atraviesas Emma, así que confiamos en que paulatinamente pueda ganarle la batalla a su enfermedad gracias a su fuerza y el amor que la rodea.
Felicidades a estos profesionales por su gran gesto de amor. Comparte esta nota y haz posible que más personas se unan a este tipo de iniciativas para alegrar la vida de tantos niños enfermos.
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